6 guardianes deben responder por 4387 presos con domiciliaria en Barranquilla
Apenas tres o cuatro visitas diarias alcanzan a hacer los guardianes encargados.
Los casos de Alberto Mario Cabrera, alias 'Ñeco', y Bayron Palacios Fernández, conocido como ‘El monstruo de la bicicleta verde’, son apenas dos ejemplos del colapso de la justicia en Colombia y el nada ejemplarizante sistema carcelario en nuestro país.
El primero es prófugo de la justicia después de haberse hecho público su nombre como la persona que disparó en la madrugada del 4 de mayo pasado contra la humanidad del Director regional de Medicina legal Eduardo Pinto Viloria.
El segundo trascendió cuando pese a tener cinco condenas por acceso carnal, en marzo de 2015 un juez le concedió la casa por cárcel. Tres meses después de recibir el beneficio, apareció una nueva denuncia contra él por violación y fue cuando se detectó que Palacios Fernández tenía la casa por cárcel, pero que no cumplía con la disposición del juez y además seguía delinquiendo.
En esa ocasión, julio de 2015, se detectó además que Bayron Palacios había dado una dirección diferente a las autoridades. Incluso, un tío dijo a Zona Cero en ese momento que hacía tres meses “Bayron, no llegaba a esa casa”.
Estos son solo dos casos de los que a diario se presentan cuando las autoridades de Policía informan sobre la captura de antisociales que siguen delinquiendo aún teniendo la casa por cárcel o portando el brazalete del Inpec.
Estos hechos evidencian que físicamente es imposible para el Inpec monitorear a cada uno de los procesados que tienen detención domiciliaria a la espera de un juicio o de los condenados a quienes se les ha dado el beneficio de la casa por cárcel, con o sin brazalete.
Son en la actualidad, según informó este miércoles el director regional del Inpec, 4387 los presos con beneficios extramuros que deberían estar en sus casas. En estos casos, son tres guardianes de la penitenciaría de El Bosque, y tres de la cárcel Modelo, quienes deben vigilar que se cumpla la decisión judicial. Es decir, solo seis guardianes deben vigilar a los 4387 presos con detención domiciliaria o casa por cárcel.
En el caso de ‘Ñeco’ según el director regional del Inpec, los guardianes hay un informe del 9 de junio en el que se señala que a Alberto Mario Cabrera “no se encontró en su casa”. Advierte el coronel Pineda que esa situación “fue puesta en conocimiento de la Fiscalía”. Catorce días después, a la Dijín y CTI de la Fiscalía, no pudieron capturarlo por iguales circunstancias, ya se había fugado, pues testimonios de quienes fueron sus cómplices en el asesinato de Eduardo Pinto, lo habían delatado dentro de la investigación.
Admitiendo las difíciles condiciones para hacer cumplir con las condiciones de los beneficios extramuros, el director regional del Inpec dijo que “los controles se hacen con los medios logísticos y los medios humanos que tenemos a nuestro alcance, a nuestra disposición”. Incluso reconoce que esos beneficios extramuros permiten descongestionar las cárceles y que “si no existieran esas medidas, ¿donde los metemos a esos 4387 presos?” se preguntó.
En la práctica, solo tres o cuatro revistas diarias se pueden hacer según reconoció el director regional del Inpec, lo que quiere decir que si son 4387 los presos con detención domiciliaria, si un preso fue visitado hoy, una siguiente visita, si hicieran esa tarea los 365 días del año, la debería recibir después de tres años.
Es decir la única arma del Inpec para que se cumpla la norma es como lo dijo el coronel Pineda, “la voluntad” del recluso.